Deshazte de la exclusividad
Publicado en Diciembre 7, 2010 a las 10:00 pm

Sin embargo, no hay mal sin bien. Sólo tenemos que utilizar esta sensación de nuestra singularidad correctamente. En otras palabras, en lugar de sentirse como el hijo de un rey nacido en el palacio, una persona tiene que alcanzar el grado llamado “hijo” (“Ben” en hebreo) a través de sus propios esfuerzos. Este es un trabajo grande y duro.
Una persona tiene que borrar esta “exclusividad” de sí mismo, que tiene en su cabeza. Tiene que acabar con todas sus excusas y esperar que tenga derecho a algo. Él tiene que entender que “quien no trabajó, no halló”.
(28017 – De la lección diaria de Cabalá del 11/26/10, Baal HaSulam, Carta 52, 1928)
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