jueves, 6 de enero de 2011

El lugar donde los pecadores se retiran

Trabajamos por encima de nuestra materia, el deseo de disfrutar. Este tiene que crecer todo el tiempo con el fin de que crezcamos, creando la forma de otorgamiento y equivalencia con el Creador por encima de este.
Es por esto que experimentamos el crecimiento del deseo como un desastre. Esto sucede cuando una persona está lista para ello. Está escrito, “La aflicción que viene a los pecadores  empieza con los justos”. En otras palabras, las formas negativas se revelan en aquellos que suelen ser justos, quienes realizaron un ascenso y se prepararon a sí mismos.
Los principiantes que no entiende el método todavía se desconciertan por esto, “¿Por qué después de todos los esfuerzos que hice, estoy experimentando tales estados negativos?” de repente se da la inspiración y uno se siente indiferente a todo. Sin embargo, con la experiencia llega la sabiduría y una persona se da cuenta que el camino a seguir atraviesa por descensos y oposición a la inclinación egoísta.
La meta espiritual siempre seguirá siendo una pregunta para mí, “¿Por qué avanzo? ¿Vale la pena que  vaya en contra de mi egoísmo, mi naturaleza? ¿Es normal que trabaje en tal descenso, sin ninguna aspiración o motivación? Una persona se siente miserable y sin apoyo, y experimenta su estado como indigno de este y como si no lo mereciera.
Este es precisamente el lugar sobre el que está escrito, “El justo caminará mientras que los pecadores  se retiran”. Todo el asunto se encuentra en que tenemos que salir de nuestra naturaleza. No debemos alimentarla ni inclinarnos a ella, sino elevarnos con el fin de ascender por encima de esta. Cada vez que una persona se prepara para un ascenso, le es enviada una nueva “sobrecarga en el corazón” entonces ascenderá incluso más alto. De esta manera la persona avanza en el camino espiritual.
(De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 05 de Enero 2011, Escritos de Rabash)

La entrada al Libro del Zóhar

El Zóhar, introducción, artículo “Itró” (Jetro), ítem 100: La semilla de David, la visión de los colores cambia en él, y es por eso que Samuel cometió un error, como está escrito, “No mires su apariencia”, puesto que en el otro lado estaba en Eliav. No fue así con David, ya que las formas de David están cubiertas por que las formas del otro lado fueron incluidas en sus formas, y la forma del otro lado apareció primero en él, pasando por encima los ojos durante un tiempo, y el corazón se alarma y teme.
Estamos equivocados en que trabajamos muy duro para entender sobre lo que habla El Zóhar, y mucho menos en la intención, la idea que tenemos que unirnos y revelar elZóhar dentro de la conexión entre nosotros. Sólo en la medida en que nos unamos, la imagen del Creador será revelada dentro de nuestra unidad, y no será nada parecida a lo que somos capaces de imaginar antes que nos unamos.
Nuestra unidad es el tiquete de entrada que nos habilita para ver y sentir las imágenes espirituales y cualidades sobre las cuales nos habla El Zóhar. Su suma total nos da la imagen del Creador. Sin embargo, si deseamos discernir lo que estudiamos sin necesidad de buscar una conexión entre nosotros, esto es llamado estudio externo,Klipá, un veneno mortal.
Si durante el estudio intento buscar la imagen que yo estudio, es Klipá. Por otro lado, si primero quiero revelar esa imagen a través del prisma de la unificación con el grupo, el entorno, y sólo después de la unificación trato de encontrar esa imagen espiritual sobre la que habla El Zóhar, entonces la santidad, otorgamiento, espiritualidad. Al final del día busco las formas de unidad y otorgamiento, y eso es lo más importante, mientras que en el primer caso, busco la imagen o la forma de recepción.
Por lo tanto debemos, en primer lugar, preocuparnos por la forma en que pasamos a través de ese prisma, la intención, la unificación con el grupo, el entorno. ¡Esto es muy importante! Sin esto no podemos ni siquiera debemos abrir el Libro del Zohar, puesto que puede convertirse en ya sea en un veneno mortal o en el elixir de la vida.
(De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 05 de Enero 2011, El Zohar)

Auto examen para el progreso espiritual

Pregunta: ¿Si no tengo algunas preguntas en el estudio, puedo avanzar no obstante?
Respuesta: Una persona tiene que comprobar por sí misma si está avanzando o no. ¿Cómo puede hacerlo? Al examinar si durante el estudio experimenta subidas y bajadas en su relación con los demás y rechazo por esto. Ahora solo necesito saber si estoy conectado con los demás y trato de revelar las imágenes que estudiamos en El Zóhar, la imagen del Creador, dentro de esta conexión.
¿Debo aspirar a ello? Sí, así es. ¿Qué tan fuerte es mi aspiración? ¿Cuántas veces durante la lección fui y regrese a estos pensamientos? ¿Cuántas veces durante este trabajo me sentí preocupado por los demás para que ellos también tuvieran esaintención? Entonces, el pensamiento colectivo de ellos también actuará sobre mí de modo que incluso si dejo estos pensamientos, de inmediato se volveré a ellos. En realidad, es bueno tener el mayor número de estas salidas y entradas rápidas cuanto sea posible.
Por esta razón, necesitamos el apoyo del grupo, y yo tengo que mantener constantemente el pensamiento acerca de la conexión. Este es todo mi trabajo. Estos signos me ayudan a evaluar mi progreso. Si dejo de pensar en la conexión y nunca más vuelvo a esos pensamientos, no avanzo.
Por lo tanto, no preguntes, examínate a ti mismo.
(31861 – De la 2º parte de la lección diaria de Cabalá del 05 de Enero 2011, “Introducción del Libro del Zohar”, artículo “Itró” (Jetro))

El nacimiento de la intención o MAN

El deseo de disfrutar es nuestra materia, mientras que la intención es su forma. Sin embargo, tú no tienes la intención o la forma hasta que el deseo de disfrutar se reúna con la Luz Superior y construya la forma en el momento de este encuentro.
Tú no puedes adquirir la intención del Creador por ti mismo. Sólo puedes volverte al Superior con tu plegaria (elevación del MAN), y entonces el MAD, elNHY del Superior, junto con su Luz Reflejada, desciende de Arriba. Y cuando la Luz Reflejada del Superior se vista en tu materia, de este modo, esta te dará una forma.
La parte inferior (NHY) del Superior que se viste en el inferior crea su forma. Mientras tanto, el inferior por sí mismo no puede hacer otra cosa que rogar: “Dótame con la forma del otorgamiento” Pero es el Superior el que decide de qué forma será, y por esta razón tenemos que anularnos.
Por lo tanto, el grupo puede suministrarme el deseo de recibir la forma del Superior, sin embargo, el grupo no determina esa forma para mí, sino que sólo suscita esta necesidad dentro de mí. Y cuando le pido al Superior, elevo el MAN, no dicto mi deseo a él. Si yo insistiera en tener una cierta forma, no sería otorgamiento.
Además, la Reshimó (gen de información) que determina mi plegaria ya está en mí. Al elevar MAN, elevo esa Reshimó, ese gen, de modo que el Superior pueda realizar unZivúg: una unión de las partes masculinas y femeninas, como cuando se concibe un niño. Esta unión se produce Arriba, mientras que yo recibo una forma ya lista que esta engendró.
Todas mis formas ya están inscritas dentro de mí, en la cadena de mis Reshimót. Yo no determino mi destino, sino sólo establezco la forma de la transición de una forma a la otra: o bien por el camino de la Luz o por el camino del sufrimiento. Sin embargo, las formas han sido ya fijadas, son definidas por la raíz de mi alma y su descenso a este mundo. Tengo que subir de nuevo siguiendo exactamente el mismo camino.
Yo sólo determino cómo voy a hacer la transición de un estado al otro: siendo empujado por los golpes o conducido por la Luz delante de mí. También decidiré si voy a avanzar rápida o lentamente, es decir, si voy a tratar de aprender del Creador o Él tendrá que enseñarme con un palo.
(31884 – De la 4º parte  de la lección diaria de Cabalá del 05 de Enero 2011, “La sabiduría de la Cabalá y la Filosofía”)

Todos los problemas conducen al grupo

Escritos de Rabash: “Peldaños de la escalera”, artículo “Qué significa la calamidad que llega  a los malvados, la cual comienza de los justos; en el trabajo”: “Los antiguos sabios dijeron: “la calamidad no llega al mundo a no ser que haya en él malvados, solo que primeramente proviene de los justos”.
Avanzar de manera individual, es imposible. La serie de descensos revela y descubre en la persona un gran egoísmo, y esta se pregunta a sí misma: “¿es acaso posible salir del egoísmo?” Y entonces la resuelta necesidad de salir de este, la conduce al grupo. Solamente allí, junto a los demás, puede invocar la fuerza que lo saque fuera.
Todos los intentos de salir por sus propios medios (ver la flecha roja en el dibujo) serán una derrota. No se puede hacer nada aquí individualmente, porque la persona debe corregir la ruptura, corregir la vergüenza, preparar la salida por sí misma en pos del prójimo. Por lo tanto todos los descensos vienen para llevarnos al agotamiento propio, para que por falta de alternativa nos dirijamos al grupo y por medio de este adquiramos el reconocimiento sobre la importancia del Creador. Esta importancia nos obligará a buscar salidas  y nos llevará a la decisión correcta: solamente en el entorno encontraremos fuerzas para avanzar.
Y entorno, así como lo comprendemos, es la forma y la imagen artificial. Solo que le parece a la persona como algo extraño, a propósito, para que pueda renunciar y desprenderse de su egoísmo, del deseo de recibir.
Y por eso, las calamidades llegan para revelar en nosotros más y más a los “malvados”, pero a la vez, caen sobre esos estados que se denominan “justos”.
(31844 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 5 de Enero del 2011, Escritos de Rabash)

En el camino hacia la fe

Pregunta: Cuando estoy pidiendo por la vasija de otorgamiento, siempre puedo darme cuenta que todavía no la tengo. ¿Dónde está el lugar para la fe aquí?
Respuesta: Alcanzar la fe es muy difícil.  Después de todo, significa cruzar el Majsóm (la barrera que nos separa de la espiritualidad). La fe es el atributo de otorgamiento (Jafétz Jésed), la propiedad de Bína, la Luz de otorgamiento, Jasadím (Misericordia).  Una fe completa es la Luz de Jasadím con la iluminación de Jojmá (Sabiduría).
Aquí estamos hablando acerca de un grado exaltado.  Para poder lograrlo, tenemos que elevarnos por encima de nuestro egoísmo, salir de Egipto (Majsóm), romper con el Faraón (el egoísmo en nosotros) y lograr la fuerza (propiedad) de la Luz o del Otorgamiento.  Este es el comienzo de la fe.
Entonces viene el periodo de los “cuarenta años en el desierto”, cuando estamos alcanzando la fe, el atributo de otorgamiento, construyéndolo por encima de nuestro egoísmo.  Luego de haber completado este periodo, recibo la fe que se eleva por encima de todos mis deseos, por encima de todo Egipto.  Ahora puedo entrar dentro de la fe completa, recibir dentro de la Luz de Jasadím la Luz de Jojmá, Su sensación y revelación.
Esa es la entrada a la tierra de Israel: el Egoísmo (Faraón) corregido por la Luz hasta el punto del atributo de otorgamiento (Jafétz Jésed) está trabajando ahora para recibir del Creador en aras del otorgamiento.  En otras palabras, tu deseo ahora esta aspirando directo al Creador (“Israel” es Iashár (directo) – Kel (el Creador)
(31479 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá “Por encima de la razón en el Servicio Divino”)

Presta atención al Creador

Sólo cuando empezamos a ensamblar las piezas rotas deAdám HaRishón (el primer hombre) en un todo, comenzamos a notar cómo todo lo que nos pasó en este mundo comienza a ubicarse en su lugar de alguna manera milagrosa.
Todos los eventos, desde lo más desagradable a lo más agradable, importante o no, inexplicable y aparentemente accidental se ordena y coincide con otras piezas a la perfección, hasta el más mínimo detalle.
Entonces, empezamos a entender la necesidad de toda la presión y crisis que el mundo está pasando hoy, así como los estados dolorosos que cada persona está experimentando en su vida particular. Todo esto ha sido designado exclusivamente para empujar a cada uno de nosotros hacia su lugar, misión, y su correcta realización. Si sólo prestamos atención a lo que el Creador desea hacer con cada uno de nosotros, si ejercitamos “No hay nadie más que él”, agradeciendo Su obra en nosotros y escuchándolo a Él, será suficiente.
Pero para escucharlo a Él, tenemos que prepararnos para ello con nuestras acciones, como se describe en “Haremos y escucharemos”, ya que escuchar lo que el Creador está diciendo significa haber alcanzado el nivel de Bína (escuchar es el nivel de Bína, un grado muy elevado). Por lo tanto, primero, ciertos actos deben llevarse a cabo, como se describe al permanecer de pie en el Monte Sinaí: “Haremos y escucharemos”.
Tenemos que pasar por el mismo proceso esforzándonos para estar más cerca unos a otros en los corazones, como un hombre con un corazón, y alcanzar la garantía mutua ayudándonos en unidad. Después de todo, sólo juntos, anhelando conectar todos nuestros puntos en el corazón, nuestros deseos, estamos reconstruyendo esta vasija rota (deseo), ensamblándola a partir de piezas, y restaurándola de nuevo.
(31439 – De la Lección 2, de la Convención en el desierto de la Aravá del 12/31/10)

El lugar donde encontramos al Creador

Hasta que clarifiquemos nuestro deseo de disfrutar y revelemos todo el sistema de conexiones y cualidades en él, nos parece sólo un deseo nuestro, nada especial. Sin embargo, cuando se revela su profundidad, vemos cuan complicado es este sistema.
Es así como en la física cuántica, los científicos penetran más profundamente en la materia, revelando todo un mundo dentro cada vez, que consiste en partículas elementales más y más pequeñas que antes parecían inseparables. Del mismo modo, nosotros penetramos más y más en el deseo de recibir placer.
¿Qué vemos en él? Vemos cómo la Luz Superior que creó el deseo de disfrutar lo influenció y creó las cuatro fases de la Luz Directa en él. Puesto que la Luz entró en el deseo de recibir, durante estas cuatro fases, está construye su propia estructura en él.
En el deseo de recibir en sí, no hay nada, excepto el deseo. Sin embargo, la Luz crea diferenciaciones de acuerdo a las cinco fases de Aviút (el grosor, la tosquedad del deseo): Shóresh, Álef, Bet, Guímel, Dálet (raíz, uno, dos, tres, cuatro), así como Sefirót, mundos, Partzufím, líneas, y un número infinito de tipos de conexiones y formas, cada uno de los cuales tiene sus propias características. Hay un número infinito de diferencias, y todas ellas proceden de la Luz.
Por lo tanto, mientras más revelamos el deseo de recibir, más revelamos la Luz, el Creador, y Su naturaleza. Sin embargo, Lo revelamos a partir del material, el deseo de recibir, y esto se llama “forma vestida en la materia”.
No revelamos al Creador mismo. Revelamos las acciones que Él ha realizado en la materia, y, de estas acciones, conocemos al Creador. Como está escrito, “Por Tus acciones, yo Te conozco.
Penetramos en la materia misma. El Creador se introdujo en la materia, nos revelamos a nosotros mismos en esta misma materia, y allí encontramos al Creador. Por lo tanto, Atzmutó (Su Esencia) sigue siendo inalcanzable.
(31501 – De la 2º parte de la lección diaria de Cabalá del 01/02/2011, “Introducción del Libro del Zohar”, artículo “Yitró”)

El arrogante no aprende

Pregunta: Está escrito que la cabeza del Partzúf inferior se vistió en el cuerpo del Partzúf superior. ¿Qué significa “vestirse en el superior”?
Respuesta: El “cuerpo” del superior son sus acciones, el trabajo por encima de los deseos, mientras que la “cabeza” es la que toma las decisiones. El inferior no puede lograr nada con su “cabeza” en este grado. Está escrito: “Por tus acciones, te conoceré”. En otras palabras, el inferior tiene que incluirse en el “cuerpo” del Partzúf superior.
Y cuando él aprende lo que el superior hace, por el ejemplo, mientras repite sus acciones, sólo entonces empieza a entender lo que el superior quiso decirle. Hasta que no hayas hecho lo que el superior te dijo que hicieras, no vas a entender lo que está diciendo.
No es por cualquier medio, una acción irreflexiva, una acción animada cuando se requiere que hagas lo que el superior dice, ¡tienes que hacerlo de manera que puedas aprender! Mira cómo los niños copian lo que los adultos hacen: Ellos imitan nuestro comportamiento sin comprender su significado. Cuando a un niño se le da un martillo de plástico y clavos, no sabe qué hacer con ellos. Pero él ve cómo tú martillas los clavos y hace lo mismo, de lo cual él empieza a comprender lo que esto significa.
Uno no puede aprender de otra manera. Debemos tener esto en cuenta al diseñar programas de educación: la enseñanza puede tener éxito, sólo si lo hacemos con el ejemplo. Vemos que la causa se origina en las raíces espirituales y está integrada en la naturaleza durante la expansión de los Partzufím (descendiendo de la conexión de las almas) de Arriba hacia abajo.
La mente dada al inferior es necesaria únicamente para ser capaz de copiar las acciones del superior. La cabeza del Partzúf inferior debe trabajar sólo en tal forma. Si la cabeza del inferior mira el modelo y llevar a cabo sus acciones por aquellas del superior, el inferior está destinado a tener éxito. Pero si él cree que puede usar su propia cabeza para juzgar, tomar decisiones y hacer algo, va al fracaso.
Él pensará que está en el grado en que puede hacer algo por su cuenta. Pero todos los actos tienen lugar en el “cuerpo” del superior. Si el inferior es lo suficientemente inteligente como para cancelar su inteligencia, razón, él asciende y recibe la sabiduría, la mente de la superior.
(31512 – De la 3º parte de la lección diaria de Cabalá del 01/02/2011, Talmud Eser Sefirot)

Créanlo: ¡Todo esto, sólo nos parece!

Pregunta: Si al final todo el camino que hemos pasado se cancela, entonces ¿cuál es el punto con todas las acciones que hacemos hoy?
Respuesta: ¿Cómo más puedes llegar al amor absoluto? ¿Cómo más puedes construirlo si cada nivel subsiguiente es construido sobre la base del anterior?
Todo el camino que has recorrido se cancela similarmente a cómo revelas que todo este mundo es imaginario. Cuando alcanzas el final de la corrección y te conviertes en parte del punto original de la creación, entonces, el primer estado (el principio de la creación) y el tercer estado (el final de la corrección) se fusionan como iguales. Y el segundo estado (el proceso de corrección) deja de existir. Se convierte en parte del tercer estado, junto con el primer estado, como si nada de esto hubiera sucedido y ¡todo esto sólo nos pareció así a nosotros!
Todos los cambios tomaron lugar sólo en nuestras sensaciones. Era necesario que fuéramos a través de todos estos estados para ser capaces de entender al Creador y sentirlo a Él, adherirnos a Él, y unirnos con Él.
Todos los mundos (Olamót) significan ocultamientos (Alamót), y estos ¡mundos u ocultamientos desaparecen! Fueron necesarios sólo para crear este ocultamiento incrementado gradualmente, los problemas y sufrimientos nos despiertan para que podamos comenzar a gradualmente el alcance, de abajo hacia arriba, el único estado existente en la realidad. Nada existe fuera de este.
Todos los estados que atravesamos son necesarios para hacer discernimientos. Son 125 niveles de discernimiento del estado perfecto en el cual siempre existes. Tú eres simplemente incapaz de alcanzarlos todos a la vez de manera plena, y por lo tanto lo haces gradualmente, en partes, cada vez comprendiendo más y sintiendo más.
Es como si estuvieras “comiendo esta comida” por partes, así cómo asciendes hasta losniveles de los mundos. En realidad, estos mundos no existen sino en tu percepción. En cuanto los alcances todos, ya no hay más necesidad de ellos.
Sin embargo, no parecen existir en mí, porque asciendo a través de ellos hasta el final de la corrección, ¿hasta la unidad final? Así es, pero esto es sólo tu sensación, el camino del alcance. Sin embargo, en realidad sólo hay un estado perfecto, que existe antes y después de ti: Máljut, llenado por la Luz del Infinito, tanto en el principio como al final.
(31637 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 1/3/11, “La sabiduría de la Cabalá y la Filosofía”)

¿Qué es el dinero?

Pregunta: ¿Qué es el dinero? ¿Y por qué la gente está tan interesada en él?
Respuesta: El dinero (Késef) es una pantalla, que viene de la palabra “cobertura” (Kisufa). Esta es la Luz de Jasadím que cubre o esconde el deseo egoísta, habilitándolo para recibir toda la Luz de Jojmá.
Es por eso que en el mundo material, el dinero, tiene un valor tan grande y puede comprar todo. Cualquier objeto tiene un equivalente monetario y todo es medido por el dinero.
En la espiritualidad que todo es medido por la pantalla anti-egoístas, según el tipo de cobertura que tengas desde la Luz de Jasadím. Esta determina el tamaño de una persona, la altura y la fuerza, porque de acuerdo a esta vestidura, él es capaz de recibir la Luz de Jojmá.
Por lo tanto, hay un uso egoísta de la noción del “dinero”, así como un uso “por el bien de otorgamiento”. En consecuencia, las vasijas rituales en el Templo eran divididas en aquellos que son de “plata” (plata, Késef, proviene de la palabra cobertura, Kisufa), y los que son de “oro” (oro, Zajáv, viene de la palabra “dar este”, Ze Av).
También hay una noción de “dinero de bolsillo” que a veces se da a un niño. Este es el dinero que una persona necesita para sentirse protegido contra la “pobreza”, es decir tener la cobertura necesaria para su deseo de disfrutar.
El “bolsillo” es una vasija de recepción, y dinero de bolsillo es una cubierta que corresponde exactamente con mis deseos de recibir o vasijas, lo que me permite permanecer en el nivel mínimo de otorgamiento, Néfesh, como Jafétz Jésed, uno que no necesita mayor llenado.
Cada persona determina el grado de ocultamiento necesario de acuerdo a su grado. Sin embargo, si un niño tiene una pregunta sobre cómo gastar el dinero que recibe, esto ya no se llama “dinero de bolsillo”, puesto que está más allá de los límites de proveer para las necesidades vitales (comprar el desayuno en la escuela o incluso caramelos o helados, que también se consideran necesarios para un niño hasta cierto grado).
(31757 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 1/4/11, “La sabiduría de la Cabalá y la Filosofía”)

Mi vela

Si hubiéramos mirado sobre nosotros mismos desde afuera, de los límites de este mundo, entonces habríamos visto que “esta vida” no es la vida real. Estamos apartados totalmente de la noción autentica de lo que es la vida.
Espiritualmente estamos muertos y nuestra realidad es una ilusión en un estado inconsciente, una chispa de corta vida que sostiene el mundo entero.
Pero uno realmente vive solo cuando recibe la Luz y la mantenga por encima de sí mismo. No permitiendo que se apague este placer y en el mismo tiempo no permitiéndole entrar en su deseo de recibir directamente. La Luz y el deseo no se apagan uno al otro y al mismo tiempo no pierden la conexión mutua. Ellos son como una vela, como el aceite y el fuego que están unidos con una mecha.
El aceite es nuestra materia, nuestro deseo de recibir. La mecha es la pantalla (Masáj) y  la llama de la vela es la Luz.  Mantengo el fuego por encima de mí, dibujo la frontera entre él y el deseo de tal manera que no lo rechazo totalmente, sino que lo retengo para el otorgamiento.
Hago el cálculo constantemente de cuanto aceite debo añadir, cuanto deseo debo agregar para que las llamas ardan correctamente. Entonces mi vela no se apagará.
Si conseguimos hacer esto, entonces experimentamos la vida eterna y perfecta. Y esta posibilidad está delante de nosotros.
(30715 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 12/24/10, “La perfección en la vida”)

El amor por sobre el odio

Es muy difícil conectar juntos los dos mundos. ¿Cómo podemos establecer tal conexión entre nosotros en este mundo que nos ayude a reformar nuestra alma?
Hoy día, a través de nuestra unificación, ponemos en práctica laCabalá. En general, la Cabalá es conocida por invocar espíritus, amuletos, o manipular fuerzas ocultas. Pero en realidad, la Cabalá práctica es nuestro intento colectivo para incrementar el valor de la unidad entre las personas para lograr la revelación del Creador, la fuerza de otorgamiento entre nosotros.
Somos todos egoístas, y ninguno de nosotros tiene el poder del otorgamiento; aun así, deseamos que descienda sobre nosotros y llene el espacio entre nosotros, que en el presente está lleno de resentimiento y odio. Nacimos así; no tuvimos oportunidad de elegir nuestra naturaleza. Está escrito en la Torá: “La inclinación del corazón humano es el mal desde la niñez”.
Entonces, cuando comenzamos a unirnos en el grado más pequeño, no por alguna otra razón sino encontrar al Creador, la fuerza universal de unidad, entonces estamos implementando la sabiduría de la Cabalá. Esta acción es benéfica para la transformación de las almas.
Uno puede aprender todos los textos de memoria y ser exitoso en todo, pero no ayudará. Hasta que una persona comience a realizar acciones serias al vincularse con otros a pesar del rechazo y resentimiento, no entenderá cómo es la inclinación al mal de su corazón.
El Libro del Zohar describe a los amigos de Rabí Shímon, que representaban las diezSefirót iniciales del sistema superior en la cabeza de Árij Ánpin, en los exaltados grados de las mismas bases del mundo. En sus propias palabras, antes de asumir el estudio, antes de comenzar a revelar la Luz, ellos se odian, se guardan resentimiento, y no pueden verse entre sí. Están horrorizados por ello. Y aun así, se sientan alrededor del libro porque saben que este poder de odio ha venido a ellos desde Arriba.
Se les ha dado El Libro del Zohar para ser empleado como medio de unificación por encima de su odio y rechazo, como está escrito: “El amor cubre todos los pecados”. No se supone que el amor anule las transgresiones, sino que se eleve por encima de ello, es decir, ser tan poderoso como para prevalecer sobre el odio.
Tenemos un enorme deseo por placer en nosotros, que es completamente egoísta e hirviente, y así permanece. Y por encima de ello, cubrimos todo el odio con amor.
(31359 – De la Lección 1 de la Convención en el desierto de la Aravá 12/30/10)

Preparándonos para la eternidad

Pregunta: Baal HaSulam escribe que para avanzar por medio de la Luz (“Ajishéna”, aceleradamente) tengo que tomar mis propiedades malvadas y convertirlas en propiedades de amor. Pero usted dice que descubriré mis cualidades malvadas o mi inclinación al mal, sólo tras cruzar el Majsóm (la barrera que nos separa de la espiritualidad).
¿Así que por el momento, parece que no avanzo por vía de la Luz, sino por medio el sufrimiento (“Beitó”, a su debido tiempo)?
Respuesta: En cualquier caso, hasta cierto punto ya reconoces tu mal dado que estás en la fase de preparación. Puedes existir en cuatro niveles de desarrollo:
1. Como todas las personas comunes en el mundo;
2. En la etapa de preparación;
3. En la propiedad de “Jafétz Jésed” (quien no desea nada para sí mismo);
4. En la propiedad de amor.
“Jafétz Jésed” y amor son niveles espirituales; “como todas las personas comunes” y “en la etapa de preparación” son corporales. La corporalidad significa la intención “para uno mismo”; espiritualidad significa “para otorgar”. El mundo espiritual está separado del material por el Majsóm.
Cuando estás en la espiritualidad, por una parte, tienes una inclinación al mal, la materia de la creación; por otra, tienes una inclinación al bien y la Luz que Reforma. Debajo, en el mundo material, ellos no existen.
Pero incluso ahora, estando en la fase de preparación, aun así tienes algún reflejo de la espiritualidad, un entendimiento aproximado de las líneas izquierda y derecha, ascensos y descensos. Por esto es llamado preparación. Y es con lo que estás trabajando.
De cualquier manera, estás avanzando. Tienes una idea de lo que está escrito en lostextos cabalísticos aun cuando por ahora, es sólo en su proyección sobre tu sustancia egoísta. Aun así, entiendes y sientes algo ¡Es un gran logro! ¿Es inútil el tiempo de preparación? Puede durar décadas ¿Y qué? ¡Pero pasas por él y entras en la eternidad!
Por lo tanto, no menosprecies el tiempo de preparación. Estás experimentando un proceso muy intenso, grande y poderoso ¡Y debes valorarlo! Si una persona no lo aprecia, se ve privado de todo su poder. Debemos permanecer constantemente en este proceso y cada vez añadirle un poco más al organizar convenciones, convenciones más poderosas, acompañadas por un discernimiento más profundo.
Incluso los descensos se vuelven más claros, más nítidos, y eres capaz de reconocer mejor sus causas y reconocer las propiedades internas. Y eso es lo que importa.
(30647 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 12/23/10, “Paz en el Mundo”)

Sigamos pensando en la unidad

Comenzamos a trabajar unos con otros, y todos quieren sentir a los otros cerca, conectados. Comienza a examinar y analizar: ¿Cuánto tiempo podemos seguir así? ¿Puedes seguir pensando en los demás de esta manera por un tiempo? ¿Un minuto? ¿Dos minutos? ¿O tal vez cinco o diez minutos? Ya es demasiado largo. Por lo general, termina en un segundo.
Y es bueno. Esto es llamado garantía. Todos, casi instantáneamente se olvidan de que tienen que vincularse con los demás y verlos como los grandes, y esa es una oportunidad para recordar hacerlo de nuevo inmediatamente.
Si, en nuestro pensamiento, estamos interesados por todos, deseando que nadie lo olvide, lo recordaremos en efecto. Una persona sentirá cómo los demás lo presión con sus pensamientos. Los deseos en los corazones de los otros afectarán a todos.
Baal HaSulam escribió un artículo muy especial y profundo acerca de garantía mutua. Después de todo, esta es la condición para recibir la Torá, la Luz. Los apoyamos a todos para que nadie se olvide de la unidad, la cual no está en danzar abrazados, sino en launidad interna de los corazones. Si nos preocupamos el uno por otro, definitivamente no nos olvidaremos de esto, volviendo constantemente a ella en nuestros pensamientos. De esta manera, lograremos un gran trabajo.
Cada segundo, todos  manténganse olvidándolo y recordándolo una y otra vez. Juntos, completaremos muchos actos, al entrar en esta conexión y salir de nuevo, para seguir haciéndolo de nuevo. Y cada vez, al hacerlo, hacemos realidad las Reshimot (registros espirituales) que permanecieron en nosotros después de la ruptura de las almas.
Finalmente, después de unas cuantas acciones, llegamos a la Luz. Está escrito: “LaTorá saldrá de Sión”. En otras palabras, la recibimos gracias a estas salidas (Yetziót) de la unidad, cada vez que las resistimos y corremos de vuelta.
Por lo tanto, pensemos en nuestra unidad, en que nadie abandone estos pensamientos, en que todos aquí seamos individuos magníficos y únicos. Él fue elegido por el Creador, por lo tanto honro esta parte superior, la parte del Creador, en él. De tal modo, mientras asisto a cada uno desde dentro, nos organizamos gradualmente a nosotros mismos en un Kli (vasija) común, una sola alma.
Cuando este Kli compuesto de múltiples partes se une en el mínimo grado necesario, sentiremos inmediatamente la presencia de la Luz Superior del Creador, en él. Esperemos que alcancemos este estado hoy o mañana, o, a más tardar, pasado mañana.
De hecho, sucede cuando menos lo esperas, e incluso un instante antes que una persona lo vea venir. Puede, en efecto, ocurrir después de los esfuerzos que hemos descrito.
(31344 – De la Lección 1 de la Convención en el desierto de la Aravá 30 de Dieimbre 2010)

Manteniendo la luz a toda costa

Pregunta: ¿Cómo podemos aumentar nuestro entusiasmo para que no se agote, de modo que la Luz no parta?
Respuesta: La experiencia es la madre de la sabiduría. Déjame decirte, basado en mi propia experiencia: Tú pasarás por diversos estados, deseando mantener la Luz a toda costa.
Y entonces, comenzarás a reflexionar: “¿Qué es la Luz? ¿Es cuando me siento bien o cuando pienso en los demás? Después de todo, estos estados pueden ser diferentes, ¿no? ¿Hay Luz cuando entiendo todo, o cuando me siento en la oscuridad? De hecho, la oscuridad es relativa a la Luz de la cual estoy tan lejos. Siento una gran distancia entre nosotros como oscuridad, pero en verdad, es la Luz la que me hace sentir que no soy Él”.
Tú soportarás muchas impresiones para llevarte al final a un nuevo estado. Sentirá que no importa por qué estados estás pasando: la Luz y oscuridad, el éxtasis y el temor, cuando estás congelado, desgarrado de la vida, y de repente sientes un ascenso abrupto, cuando estás a punto de volar sin alas, y hay una claridad penetrante, cuando todo viene ante tus ojos como en una pantalla de rayos X, sólo para ser reemplazado contigo cayendo repentinamente en postración y olvidando los nombres de tu familia.
De esta manera, poco a poco descubres que no te importa lo que afirma tu experiencia. Lo único que importa es: “¿Puedo usar el estado actual de otorgar, alinearme con el vector que me lleva fuera de mí mismo?”
Este es el grado donde todo cambiará. Esperemos que estemos acercándonos a ese momento.
(31335 – De la Lección 1 de la Convención en el desierto de la Aravá 30 de Diciembre 2010)